Los niños son los mejores diseñadores de interiores que existen. La imaginación y la creatividad son las características de un buen diseñador de interiores.
7 razones por las que los niños son los mejores diseñadores de interiores:
1 Los niños no cuentan con filtro
Los niños siempre dicen lo que piensan. Sus pensamientos no son premeditados.
Es un hecho comprobado que la falta de filtro permite que la creatividad fluya más libremente. Como adultos, cuando no se nos ocurre nada original, a menudo se nos pide que "pensemos como un niño".
2. No les importa lo que pienses
Así como no tienen filtro, tampoco les importa demasiado lo que piensen los otros. Los adultos siempre buscan validación, pero a los niños simplemente no les importa. Los niños suelen ser relativamente desinhibidos. No estar limitado por las restricciones puede ser algo bueno.
Los diseñadores de interiores te dirán que, de hecho, es importante para la experimentación. Sólo esta cualidad hace que sus hijos sean diseñadores naturales.
3. Aprenden a caminar, a comer, a hablar y a dibujar
Dibujar es una de las primeras habilidades que los niños aprenden a hacer. Los niños empiezan a hacer garabatos incluso antes de aprender a ir al baño. Tienen una tendencia innata a dibujar. Y su lienzo en blanco suele ser la pared del living recién pintada.
Dada su afición al dibujo, tenemos la sensación de que los niños se convertirán inevitablemente en sus propios diseñadores de interiores, independientemente de las restricciones que se apliquen. Puede ser saludable darles poder fomentando la sensación de que su propia identidad está bajo su control.
Las buenas ideas y las más innovadoras pueden salir del lugar que menos te imagines. Incluso desde pequeños niños.
4 Tienen la imaginación adecuada
Los niños crecen leyendo cuentos de hadas, magos, dinosaurios y superhéroes. Creen en la magia y esta creencia puede desencadenar un proceso de pensamiento creativo.
Esta práctica les ayuda a hacer asociaciones libres en su mundo de fantasía. Todos los diseñadores de interiores dan fe de la importancia de ser capaces de generar ideas originales y únicas.
5 Entienden la tecnología
El diseño de interiores ha evolucionado. Ya no se trata sólo de ser capaz de reproducir algunos bocetos en papel. Ahora, un diseñador tiene que representar visualmente su plan con un software de diseño asistido por ordenador. Los niños son más propensos a ser mejores en esto porque crecen abrazando la tecnología. Tardan diez minutos en entender su smartphone.
6 Tienen más perspectiva
Un día típico de un niño implica innumerables cosas: jugar con masa, aprender a montar en bicicleta, perseguir mariposas, garabatear en las paredes. No hay dos días iguales en la vida de un niño. En cambio, un adulto se pasa la vida haciendo el mismo trabajo día tras día. La situación de un niño le da más perspectiva, lo cual es un elemento crucial para un diseñador de interiores.
7 Son muy amables
La comunicación eficaz es una habilidad importante para un diseñador de interiores, ya que tiene que atender a múltiples clientes. Los niños tienen muchos amigos y adquieren suficiente práctica para comunicarse y resolver los problemas de forma amistosa.