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El olfato es uno de los sentidos más importantes que tenemos. No sólo nos ayuda a apreciar mejor los alimentos, sino que está ligado a la memoria. ¿A quién no le ha pasado que al percibir un determinado aroma le lleguen recuerdos incluso de la infancia? Por otra parte, las fragancias y olores que percibimos también influyen en nuestro estado de ánimo.

Los aromas nos evocan a recuerdos y nos llevan a esos lugares relaciones con estas fragancias. El perfume de mamá, el olor a una manta, a tierra mojada, a café? Y dependiendo de la experiencia que se viva, se puede generar una sensación positiva o negativa. Por esta razón es súper importante que tus espacios, esos rincones sagrados, transmitan un aroma de bienestar, para que cada vez que ingresen personas a este espacio se sientan felices y relajados.

Por esta razón, es casi vital para tener espacios sanos, incluir el sentido del olfato de manera positiva? Es decir, con aromas gratificantes, que evoquen calma, relajación, felicidad.

Hoy en día existen en el mercado una gran variedad de presentaciones y fragancias, para poder armonizar tus espacios, y estas se puede ajustar o variar dependiendo del tamaño de lugar, el tráfico de personas y la función que le des al espacio.


Para espacios de alto tráfico de personas como un living o hall de entrada

La elección de la fragancia un tema muy personal o de la familia que habita la casa. Sin embargo, la recomendación para espacios sociales se inclina más para los aromas florales.

En cuanto a la presentación, existen varias opciones: velas, difusores artesanales, difusores motorizados o vaporizadores.

Otra función de estos objetos, es que decoran perfectamente los espacios. Un difusor sobre una bandeja decorativa, encima de un libro en un hall de entrada, o una vela sobre un libro decorativo, en una mesa de centro o auxiliar y quedará divino


Para espacios reducidos como un baño

En este caso, como es un momento íntimo y de relajación se sugieren usar fragancias cítricas. La verbena y la limonaria son grandes aliados para este objetivo.Se puede optar por presentaciones en velas, difusores con varillas de bambú, mist para aromatizar después de cada uso, y un jabón con fragancia para activar una experiencia sensorial más completa al tacto.

En cuanto a la decoración, un plato o una bandeja pequeña para poner una vela y un difusor juntos, agregar un florero pequeño y el baño lucirá como un spa. Los pequeños detalles siempre marcan la diferencia.


Para espacios de relajación, descanso o meditación como tu dormitorio

El dormitorio debería ser un espacio sagrado, donde conectar con uno mismo, donde recargar energías para continuar. Por eso usar fragancias que relajen es súper importante, aquí son geniales las fragancias dulces como la vainilla y el pomelo.

Se puede optar por una vela en la mesa de noche sobre un libro decorativo, o un difusor encima de una bandeja pequeña en la cómoda. También rociar sobre almohadas y ropa de cama ayudarán a recrear un ambiente delicioso.