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Las paredes blancas no sólo resultan aburridas, sino que también tienen un efecto negativo en nuestro estado de ánimo. El color blanco nos da inconscientemente una sensación de inseguridad y no es precisamente propicio para una buena conversación. También es bastante malo para la comodidad cuando la pared está pintada de blanco. En nuestra pequeña guía sobre la psicología del color, te contamos qué colores le dan a tu casa ese toque especial.

Los colores tienen un efecto especial sobre nuestro bienestar y desempeñan un papel importante en la vivienda que no debe subestimarse. Aparte del mobiliario, dan a cada habitación un toque especial e individual. Las paredes blancas son clásicas y se encuentran en casi todos los edificios, pero el color no es realmente beneficioso. El blanco parece distante y puede incluso apagar nuestro estado de ánimo. Así lo creen, entre otros, investigadores y decoradores con mucha experiencia en el rubro. ¿Cómo sustentan esta teoría? Etudiando el efecto de los colores en nuestro estado de ánimo.


Las paredes del hogar deben hacerte sentir cómodo y contento en el espacio en el que te encuentras. 

Para que una habitación parezca más acogedora, nos gusta encender una vela. Podría ahorrarse la molestia dando una nueva capa de pintura a su casa. Los tonos beige o naranja suaves son especialmente adecuados. Hacen que una habitación parezca más acogedora que las paredes balncas y tienen una influencia positiva en nuestro bienestar. También es aconsejable pintar las paredes en colores pastel. Tienen algo de despierto, de soleado y sobre todo de alegre. Para las paredes del hogar deben evitarse los tonos azules intensos, así como el negro y el marrón. Los colores oscuros hacen que las habitaciones parezcan más pequeñas y sólo favorecen el buen humor.

Psicología de los colores

Azul

El azul es el color del espacio y, por tanto, se asocia con la distancia, el recogimiento, la profundidad y el frescor, entre otras cosas. Los tonos azules irradian calma, pero parecen demasiado fríos en las habitaciones grandes. Las habitaciones pequeñas pueden ampliarse visualmente con el color azul y se les da un efecto relajante.

Rojo

El color rojo en las paredes se cree que refleja amor. Pero ¡cuidado! no sólo se asocia con el sentimiento del amor, sino que también puede tener un efecto agresivo. Las habitaciones rojas resultan pesadas e inquietantes y, por tanto, no son un elemento a tener en cuenta.

Naranja

El color naranja tiene una gran importancia en la psicología del color porque tiene un efecto positivo en el observador. Representa la energía, la fuerza y la alegría, e incluso se dice que tiene un efecto positivo en nuestro sistema inmunitario. El naranja en las paredes del hogar también es muy popular como color para las paredes. Desprende una calidez especial. Además, el color nos hace más sociables y mejora nuestro estado de ánimo. Los colores naranjas para las paredes son especialmente adecuados para la cocina o el comedor.

Amarillo

Casi ningún otro color tiene un efecto tan positivo en nuestro estado de ánimo como el color amarillo. Las habitaciones con techos amarillos parecen más cálidas, más espaciosas, vigorizan e incluso favorecen nuestra concentración. La pintura amarilla es especialmente adecuada para las paredes del hogar en la habitación los jóvenes, las habitaciones con poca luz y las salas de reuniones.